Sr.
Coordinador (Davide).
Corresponde que haga uso de la palabra el señor
Gustavo Pablo Forgione.
Sr. Forgione.
Buenas tardes.
Mi nombre es Gustavo
Forgione, y soy vicepresidente segundo del Partido Federal del
distrito Capital.
En realidad, mi título es
“asiduo asistente a audiencias públicas”, desde la primera,
instruida por el doctor Gordillo. Creo que esto va a tomar más
tiempo. En la primera audiencia, se trató el tema de mantener
Aeroparque hasta el 2005. En la segunda, que fue convocada por la
Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, se volvió a tratar un
tema parecido.
Una se realizó por una
decisión torpe, a mi entender, del Gobierno Nacional, del Poder
Ejecutivo de entonces, en el sentido de concesionar los treinta y
cinco aeropuertos de golpe y a un sólo concesionario. La otra, por
una medida –que en su momento sonó ridícula– que era trasladar el
Aeroparque a Ezeiza. En esa audiencia, convocada por el ORSNA en
el año 1999, la opinión predominante fue que el Aeroparque tenía
que quedarse. De ahí surgió una modificación, que no recuerdo si
fue del contrato, de la legislación, de algún acuerdo de voces del
Poder Ejecutivo con Aeropuertos 2000 o de algún otro organismo.
Hoy surge que unos
cuantos participantes plantean que el Aeroparque se tiene que ir
este año, cosa que en las audiencias públicas previas no había
pasado. Si bien las audiencias públicas pueden estar
desvinculadas, un alto porcentaje de los asistentes –diría que
alrededor de un 70 por ciento– somos los mismos. Puede haber caras
nuevas, pero los que vamos a seguir viniendo seremos los mismos,
porque esto va a continuar.
En realidad, no tenía la
intención de hablar. Vine solamente a sentarme a escuchar, a ver
cuáles eran los resultados del Convenio 22, pero veo que surge
nuevamente el tema de si el Aeroparque se debe quedar o no, más
allá del 2005.
Si hoy éste es un asunto
importante, quiere decir que las dos audiencias públicas
anteriores, y las cuatro o cinco mesas redondas en las que
participé –aunque debe haber habido como ochenta en total– fueron
un fracaso absoluto. Soy partidario de que el Aeroparque quede
donde está, porque creo que es un servicio público de excelencia.
Tanto es así, que duró mucho tiempo.
Incluso el impacto
ambiental, que preocupa tanto ahora, fue probado en combate. Es
decir, Aeroparque se construyó sobre un terreno ganado al río hace
unos cuantos años, en 1924 ó 1927. Probablemente, empezó a
funcionar como aeropuerto más importante, después de la Segunda
Guerra Mundial. Obviamente, la excelencia del servicio tiene un
límite, pero si se respetan los límites correspondientes, no va a
haber ningún problema.
Escuché mencionar el
accidente de LAPA. Dadas las mismas condiciones, creo que hubiera
ocurrido el mismo desastre en cualquier aeropuerto, salvo donde
aterrizó el Challenger. En ese caso, tienen varios minutos para
despegar, mientras que el Aeroparque soporta nada más que 40 ó 50
segundos.
Por otro lado, la
exposición del técnico del MIT excede las expectativas del
Aeroparque. Habría que ver qué avión se tomó para ese tipo de
ruido. Intuyo que el escaso ruido que mostraba esa sombra roja se
debía a que se trataba de un avión Boeing 757 del año 2010, no
actual. Tengamos en cuenta que los aviones tienden a ser cada vez
más silenciosos.
Incluso la Fuerza
Aérea, a pesar de lo que muchos piensan, se preocupó por quitar el
ruido de Aeroparque; tanto es así que el Boeing 727 no vuela más y
hay otras aeronaves que tampoco lo hacen.
Otro tema
importante que se citó en esta audiencia fue París como
aeropuerto. Y yo tomaría otros dos lugares como ejemplo de lo que
son los City Airport. Uno es Londres, que tenía cuatro
aeropuertos; en realidad, tenía tres, y recuperaron uno. Ellos
son: Heathrow, Gathwick, Luton y Stanted, ellos crearon un
aeropuerto similar al del Aeroparque que se llama London City
Airport y ahora tienen su aeroparque. Entonces, Londres creó un
aeropuerto como el Aeroparque.
Otra ciudad
que creó escuela en economía y en arquitectura es Chicago, en la
que nos encontramos con algo parecido. Están los aeropuertos de
O’Hare, Midway y Merril Meigs Field. Este último es un aeropuerto
un poco más chico que el Aeroparque, pero había sido cerrado. Como
la ciudad no soportó tener que hacer horas de trayecto en auto
para tomar un avión chico en su City Airport, reflotaron su
aeropuerto.
Voy a
concluir diciendo que el Aeroparque presta un servicio de
excelencia, y tenemos que protegerlo. Probablemente, la tecnología
logre que el ruido que hoy sentimos sea cada vez menor. Sin
embargo, toda actividad originada por el hombre produce un daño, y
éste es importante. De todos modos, el Aeroparque va a seguir
haciendo ruido. (Aplausos).
|